miércoles, 25 de marzo de 2009

Llegó el otoño a esta ciudad. Los cambios de temperatura, los horarios comunes, las micros repletan llenan cada uno de los espacios de nuestras rutinas. Las cremas de bloqueador uv, las noches de insomio y alcohol y los espasmos de un verano nuevo se van quedando lentamente en el olvido. Síndrome de la página en blanco, el olvido del uso de mi teclado. Estás en el borde, siempre en el borde de lo que puede pasar, de lo que puedes sentir. Estás en el borde de comenzar algo , de terminar algo , de constituirte , de morirte de miedo, de negarte lo que pasa, de luchar hasta el fondo por lo que quieres, de dudar tanto de lo que quisiste. Estas caminando, repitiendo frases con rimas consonantes e indiscretas que te sacuden y de un momento a otro te sorprenden con la piel de gallina. Una polera de la u que se vino , almorzó y se fue conmigo. Sí, me tocó la espalda con un dedo y yo me di vuelta a mirar con una cara que creí haber puesto antes. Espasmos de recuerdos en el paradero, canciones con rostro y nombres que te hacen pensar si avanzar a veces no es retroceder a donde estabas, que te resuman la vida. Yo no me acordaba de tu cara. Yo no puedo olvidarme de tu cara. Ni de la mía. Me está costando tanto escribir, sin embargo, aún tengo cosas que decir. Tengo que decir, por ejemplo, que estoy conciente de los límites que hay (ni hablar de los que hay entre nosotros), de cuanto de mi parte tengo que poner. Tengo que decir que las grandes alamedas no se abrieron para nadie y que si lo hiciesen, tampoco servirían porque los alamos no tienen hoja perenne y en marzo, cuando está a punto de empezar abril, se caen pegoteadas en el suelo , como algunas esperanzas transformadas en basura que quizás algún universitario juegue a pisar. Tengo que decir y gritar que no soporto un día más el hablar sonso e insípido. Porque quiero respuestas para mi vida y creo que es el momento de elegir.

viernes, 20 de marzo de 2009

quiero saber quién puede mirar el cielo hoy y decirme si se pueden barrer los estornudos que el tiempo dejó.

Ya no me acuerdo

Esta mañana ya no me acordaba cómo tocaban mis dedos esa guitarra que era para mí tu cuerpo

Ya no me acordaba lo que sentía cuando acariciaba tu pelo

Ya no me acuerdo si tus ojos eran marrones o negros

Como la noche o como el día que dejamos de vernos

Sólo recuerdo que llovía y que quedamos en la parada del metro

Pero haciendo un gran esfuerzo, aún veo tu mirada en cada espejo de cada ascensor donde cada noche me sube hasta el cielo

De moteles invernadero donde se jura algo tan efímero…

Ya no me acuerdo

Ni de tu risa

Ni de tu prisa por darme un beso

Ni qué botón de tu camisa desabrochaba primero

Ni qué rumba me bailabas cuando querías robarme el sueño

Dicen que el tiempo y el olvido son como hermanos gemelos

Que vas echando de más lo que un día echaste de menos

Yo qué culpa tengo si ya no me acuerdo







Estopa, 2004
¿la calle es tuya?

jueves, 19 de marzo de 2009

Pegándose el alcachofazo

no volvió (...)
no volvió y tal vez, si no hubiese pasado eso que pasó, yo estaría menos entera.
Onda, sufriendo porque no volvió.
pasándome rollos del por qué no volvió.
pero, wn, no volvió.
estoy impactada :o

lo dije? muy impactada.


a todo esto, es sólo una sospecha.

sábado, 14 de marzo de 2009

Positivismo

Es que saben cual es el problema? El problema no es que yo esté gordita, no , para nada. O sea, seamos honestos, es un problema apremiante y en el peor de los casos (y el más realista también) puede que sea un 80 % del causante. El problema no es que yo a veces desayune a las 11 y media de la mañana dos marraquetas con queso y a la 1 de la tarde almuerce un plato mutante de porotos con ensalada de tomate y una fuente de lechuga gigante para terminar con un postre alto en azúcares refinados. Ese no es el problema. Tampoco lo es, el hecho de que yo tenga exactamente 10 kilos más ni que mi querida muela del juicio me esté enchuecando cada uno de mis dientes ni que tenga más acné que hace 6 meses , ni que no sea lais ni que no sea rubia.
Es sólo que soy, fui y quizás sea siempre, la última de la lista.

miércoles, 11 de marzo de 2009

tipo Mario

cresta. que nostalgia más bonita es esta que estoy sientiendo. todo se ordena lento y claro, tres días te cambiaron la manera de ver la vida y te hicieron sentir más poderosa o más ridícula desde el punto de vista que lo quieras mirar. querer enamorarse, querer saber cómo está, sentir nervios, reparar cada vez más rápido el jart, pasar la etapa tipo mario bros y a veces te encuentras con los honguitos y llamar a luigui pa que te salve o perder como cinco vidas en un año.
tanananá tanananá
darle las gracias a mi fuerza de voluntad.
en serio.
y saber cómo estás.