y ahora que ya no vivo en esa nube de irrealidad, ahora que voy tomando sorbos cada vez más ácidos y seguidos de realidad , quiero saber cómo me voy a enfrentar a esto y si todo este miedo acumulado, la adrenalina cristalizada en mi cuello y el corazón a 180 va a tener algún sentido más que una risita nerviosa en un pasillo lleno de luz artificial.
Porque, aunque sea una locura, aunque sea un retroceso, aunque sea el acto de autodestrucción del último tiempo, yo quiero escuchar a ese latido en un pasillo sin luz.