sábado, 18 de febrero de 2012
Pajaritos
Fui ingenua. Me pintaron pajaritos.en el sur
Cuando llegué a Santiago corrugaron mis sueños en el piso frío, llovía lejos de la playa.
el agua hierve poquito a poco
las camas se hacen poquito a poco
No se puede soñar,nosotras no podemos soñar
he escapado por deudas, por plata, por el Álan, por el chino, por los pajaritos que cantaban más bonito
no quieren mi acento, soy el recuerdo que una memoria quiere borrar
habrán otras compatriotas? En el centro de está ciudad está el pulgatorio, todo el resto es mi infierno
La señora se ve tan diferente a mi. Me preguntan qué es lo que sé hacer y yo respondo que lo único que sé hacer es extrañarte, mi hijito. Ya no me conoces más que por las Adidas y tu abuela. Cómo devolverte el tiempo?
La casa es mía, la comida es mía, la pieza es mía, los niños son míos. quién es tu madre? de quién soy madre? Tengo a los suyos, señora.
Los tengo en la primera fiebre que les curé, en el velador de mi cama con jesucito rezando todos los días por ellos. Hace cinco años que no los veo.
Los tengo, señora, mucho más que a los míos. Los mocos en mi delantal eran la prueba.
Fueron míos mucho antes que suyos, en mi espalda cargan las huellas. Reconocerían mi olor y mi comida.
Señora, esos niños son míos, su guardo la foto en mi billetera. Los míos los perdí por deudas, por plata, por pobre.
martes, 7 de febrero de 2012
Dicen que nosotras las mujeres amamos demasiado. Nos acusan de ser y de tener en nuestros cuerpos y nuestros genes algo que nos impide poner freno al huracán romántico llamado amor. Que una mujer enamorada es capaz de matar, abandonara sus hijos, cometer los crímenes más horrendos por amor. Que una mujer enamorada esquiva maltratos y la violencia de un mundo que repite que ese auto va un barranco a 15000 kilómetros bajo tierra. Que una mujer enamorada es capaz de llorar añor por un hombre. Esperarlo toda la vida. Perder toda su vida. Dicen que amamos demasiado y nadie acusa a los hombres por lo poco que aman. Por lo mal que aman. Por ese amor a medias , por transformarlo en un instrumento de ego y competencias intelectuales. Por ese amor a medias que en vez de fascinarse, desprecian. Por ese amor mediocre, incapaz de encontrar las palabras. Las palabras son importantes aunque no las queramos. Aunque a veces sean la clave para los engaños más grandes del mundo. Quizás porque las palabras tienen tanto peso (o ninguno) y nosotras siempre hablablos, (nunca podemos callarnos) , es esa la necesidad de tomar las cosas que suceden en el tercer piso de nuestra cabeza tomen sentido en la realidad, en la plasticidad y efimeridad del sonido. Y es esas palabras a veces queda todo. Todo nuestro esfuerzo en palabras. Y el problema se presenta cuando nos llevan justo a ese mismo acantilado de 15000 kilómetros para que digamos todas esas palabras, venga el viento y se las lleve, ellos alcancen a salir del auto y uno quede siemplemente a un paso de caer.
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