Una niña que va por un sendero encuentra una flor.
Flor que encontró néctar entre su ropa.
Ropa que se encontró a si misma llena de pelusas que venían volando desde un cajón en Oslo.
Oslo es una ciudad fría, sin furia, furia que logró matar a tanta gente, aunque eso no signifique que en Oslo no se muera gente.
Gente que no valía la pena.
Pena por creer que la gente no la vale.
Valor que hace valer a la gente y la confundió en stéreo-tipos absurdos.
Absurda es la vida si uno no consigue .. ¿consigue qué? Que si me pierdo y no encuentro la obnubilización. Palabra que me tuvo obnubilada un buen tiempo.
La repetía a cada rato.
Un rato largo, un rato corto, un rato inexorable es el tiempo dice mi madre.
Mi madre nos reúne y nos distancia.
Distancia de mañana, de pasado , de tarde. Temprano es para arrepentirse y tarde para volver atrás. Atrás de la puerta hay arañas y estábamos nosotros sobre esa cama con ganas de ser desarmada.Desarme de la guerra, desarme de cama. La misma pasión. Distinta focalización
domingo, febrero 25, 2007
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